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lunes, 23 de octubre de 2017

En un mundo incomprendido


Observo los utensilios
de este mundo que los hombres levantan, 
donde se fatigan,
rezuman, copulan, coexisten.

Sus cuerpos exprimidos por el paso de los días,
sus noches de resuellos y de televisión,
las disyuntivas donde se admiten.

Hay cierta obstinación 
y la ignorancia les ilumina
y la inacción, más férrea que las vigas.

Sin honra
se defraudan, engañan,
como alimañas se olfatean,
engullen y luchan por un trozo de carnaza.

Y cuando danzan, cuando se escurren
o cuando
se humillan, ríen a carcajadas,
entrecierran los ojos, contemplan
la oquedad que se abre a sus pies
y se prestan a un delirio plastificado, 
cruel.

Yo pertenezco a otra ribera, 
de alguna otra parte,
soy de aquellos que no saben ni robar ni regalar,
una persona ajena a vuestra construcción.

No os aproximéis a mí, 
hombres que levantáis este mundo,
dejadme tranquilo, 
no es necesario que me eliminéis.
Soy de los que mueren en casa, 
de los que mueren por pintar algo de color.

Agonizo al observaros y no comprenderos.

Canet

1 comentario:

  1. Brutalmente triste me produce dolor, "Soy de los que mueren en casa,
    de los que mueren por pintar algo de color.", espero que no sea este siempre tu caso.

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