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viernes, 30 de octubre de 2015

Amar.


Una tarde estando en la cocina
cociendo unas verduras para cenar y de espaldas a la puerta,
ella entró y me dijo:
-Estás agotado.

Aquella noche,
de la misma forma que ella observó
con toda claridad que yo estaba agotado,
yo me percaté,
con la misma nitidez,
de que amar es asimismo
saber deletrear en la espalda de aquella persona a la que amas.
No en el rostro, 
no las manos, 
ni los ojos, 
ni en lenguaje mudo:
una espalda solitaria
bajo la macilenta luz de la cocina.

Canet

miércoles, 28 de octubre de 2015

Estéril.


Es espantoso no saber qué camino tomar.

Llevas la ciudad como una chaqueta.
Algunas cosas son compañeras, otras
dejaron de hablarte hace tiempo.
Los amores de siempre aguardan en las esquinas; 
frente a los escaparates 
el reflejo de las mujeres se deteriora. 
Brota la soledad.

Rechazas diversas invitaciones,
no devuelves las llamadas y has negado ayuda
a aquellos que te necesitaban.
A solas en un desierto creado por ti
has arrojado señales, deseos.

Qué estéril saber que adonde quieres llegar
se encuentra allá en alguna parte. 
Los autobuses no pasan por allí.
No hay estación de tren.
No quedan taxis en la ciudad y la bicicleta 
está rota. 

Canet

miércoles, 21 de octubre de 2015

Discúlpame.

Señor todopoderoso, Creador o ser superior 
ten clemencia de los desgraciados ignorantes 
que desconocemos las bases de la gramática 
y atontados en armonías facilonas 
olvidamos la tabla de multiplicar. 

Vamos avanzando como podemos
-con más pena que gloria-,
aprendiendo las cosas trágicamente
por este planeta que tú construiste
en tan sólo una semana.

Lo confieso
soy un gran ignaro, bien lo sé.
Jamás pude comprender para qué pueden
servir muchas desgracias que toleras y quizá autorizas.
Respetuosamente quisiera preguntarte,
interrogantes minúsculos como esquirlas
de cristal
sobre las lobas que aúllan obstinadamente
y por la falta de clase de muchos,
pero después aparecen unos señores
cargados de libros
y amasijos grises repletos de erudición,
con datos precisos, fechas exactas,
espantosamente indiscutibles, irrespirables.
Pero ninguno de ellos sabe nada de ramajes,
de las aves de invierno,
de las hojas que tiritan en el asfalto y
que siempre estuvieron sobre mi tejado.

Discúlpame dios, tanta gilipollez
y ten clemencia de nosotros, de los ignorantes
que caminamos por la senda del azar
con ojos inflamados
en la cálida embriaguez de los versos.

Canet

martes, 20 de octubre de 2015

No me vengas.


-No me vengas con tus océanos de temores inesperados. 
Ni con tu vacilación escondiendo cobardía. 
No me vengas con interrogaciones 
que no desean soluciones. 
Ni con la argumentación de extremidades 
agotadas de tanto remar. 
No vengas con movimientos sosegados 
que alardean seguridad, 
ni con certezas que bien podrían ser trapecistas en paro. 
No, no me vengas con tu pose circunspecta 
determinando qué es justo y que no. 
No me vengas con filosofías argentinas 
de esas asequibles, 
cuando bien vendría un silencio rotundo, 
y no me vengas con que te joden mis protestas 
porque a mí, 
me consume la ineptitud de tus acciones.- 

Entonces dije: "-Creo que ni yo lo podría haber dicho mejor"- 
Y llené otra copa de vino...

Canet

lunes, 19 de octubre de 2015

Cebollas, garbanzos y vino.

Cebollas, garbanzos y vino. 
Cebollas, garbanzos y vino. 
Me repito una y otra vez la lista de la compra 
por temor a olvidar algo. 
Cuando era más niño recordaba todo sin esfuerzo. 
Versos gongorinos, idioma de signos, títulos y autores,
cebollas, garbanzos y vino.
Me desoriento porque alguien me ha silbado a lo lejos.
Soy el vástago de la lluvia y asociado de la brisa
y puedo ver a Perseo sosteniendo la cabeza de Medusa
mientras me diluyo entre la caterva cotidiana.
Solo unos instantes después vuelvo a restaurarme
para terminar con mi cometido,
cebollas, garbanzos y vino.
La cajera del supermercado me sonríe
con su boca descuidada,
podría timarme como lo ha hecho en otras ocasiones.
Cebollas, garbanzos y vino.
Cada día precisamos de más cosas y carecemos de lo fundamental,
tal vez podría plantar todo lo que necesito,
pero continuamos teniendo dueños…
cebollas, garbanzos y vino,
cebollas, garbanzos y vino.

Canet

viernes, 16 de octubre de 2015

Vacío.


Hoy estuve andando entre zombis.
Entre tiendas de luz dorada.
Una mujer lava los pies
a su moto.
Portales descuidados
al lado de cubos de basura
y mujeres para alquilar 
que indican ser ineficaces
una vez cobren.
Brotan ventanas de los tiestos
y un arcaico calefactor está
enroscado a un perro muerto.
Busco entre los arboles 
el principio de mi reaparición.
Me siento vacío
cuando todo el mundo me sonríe.

Canet - Foto de Brassai -Gyula Halász

Sendas

Existen sendas con rumbo incierto que llevan hacia un futuro impredecible,
hay senderos con carriles y prejuicios, hay sendas
sin fin, sin comienzo, sin hoy, sin ayer. 
Y hay senderos de retorno, saturados de mundología y asperezas,
sendas de enseñanza tardía, sendas de remordimientos y destierros.

Mientras haya un sendero con dirección a algún lugar
no te detengas...
la vida es caminar sin treguas permanentes,
sin retrasos ni prisas.

La vida es una senda eterna,
un sinnúmero de tropiezos imprevisibles,

Siempre hay un sendero,
jamás lo atravieses sin riesgo alguno.

Canet

jueves, 15 de octubre de 2015

Detalles.


Hoy disfruto de una vida amarrada a la madre tierra, 
mañana seré mucho más grande, como dos Canet 
en un planeta de brújula inalterable. 
Siempre ha radicado en esos detalles, 
en perseguir los sueños y consumirlos; 
la inseguridad debe ser un problema gástrico 
o un daño colateral de aquella niñez 
que siempre intento olvidar. 

Tan solo conozco dos idiomas, el silencioso es mi favorito 
y veinte horas de vigilia como veinte uñas, 
locura completa con su cordura 
rimando en mi sistema respiratorio. 

Qué linda es la palabra titubeo 
me gustaría tanto saber bailar. 

Llevo ya algunos años transitando 
por esta perpetuidad de senderos poéticos 
y se obstaculiza esta sensación de tener siempre 
algún asunto por terminar, 
y mi vida en un cajón de madera 
que no es mía 
ni del tipo de ojos castaños. 

A día de hoy tengo a los miedos encarcelados, 
el mimetismo aguzado, y mañana 
mañana dejará de dañarme el pasado. 
Sencillamente ojos con más brillo 
y menos cabello, algunas canas 
y no obstante 
esta carne, músculo que palpita y entrañas, 
pellejo y felpudo de palabras, 
este corazón y el tuyo son los únicos 
que me acompañan 
hasta que no haya más puestas de sol 
y me cubra el musgo.

miércoles, 14 de octubre de 2015

El lugar donde nací.

El lugar donde nací 
no es una condecoración para llevar en la solapa,
ni un estandarte, ni una bandera, 
ni una marca ni un estigma.

El lugar donde nací
son diversas armonías que nacen de los astilleros
y de los campos agujereados por el sudor labriego,
es el inmenso sendero de pasos amistosos
y de estómagos furiosos de los desocupados;
no es un Saturno mi país que devore a sus vástagos,
ni tampoco es una eterna deuda con el pasado.

El lugar donde nací
es el plañido de los que no tienen nada,
es el aullido afónico que implora contra la iniquidad;
mi país
tiene lagunas y no todos reflexionan.

Es tan largo el lugar donde nací como sus inviernos,
como una hendidura que no tiene límites,
limita a la derecha con un mar de incertidumbres
y al sur con un océano de altas fronteras.

Canet

Sin título 78

Silencioso
y entristecido
como un niño 
sin ilusión,
busca el día 
mi mano y
recorremos el cielo
destrozando frases
haciéndolas trizas
escribiendo mal adrede
porque ya hay otros
que lo hacen muy bien y
nada sucede
solamente
levantan admiraciones
y encandilan.

Canet 

martes, 13 de octubre de 2015

Un mundo distinto.

He fabricado
un mundo distinto, un árbol, una bandada.

He escrito poemas, relatos,
testamentos, misivas a Belcebú.

He plantado lechugas, a todas las mujeres posibles
y a los mal llamados amigos.

Y he tenido una casa sin infancia,
una familia y miles de noches
en las que medicarse con gusto.

Soy, podría decir,
un tipo completo:
es el indicio de mi progreso por la vida.

Ahora ya lo sabéis,
todo en una bolsa
y al cubo amarillo.

Canet

viernes, 9 de octubre de 2015

Mundo.


Si pienso en esta palabra:
mundo, 
empapo de sudor la camisa 
como un labrador en su cultivo.
Tengo plantas y un par de tomates en casa,
algunos libros que esconden desdichas humanas,
el patio, tres ventanas, las películas,
el abundante calvario de las calles,
mi cama, 
la ansiedad por tu carne,
y el recuerdo de la abuela, 
convencida de que presto atención a sus advertencias.
Si pienso en esta palabra:
mundo, 
comienzo a engendrar una poesía y eso me consume,
pues la dificultad es que la palabra mundo 
no me autoriza dormir,
y como el escritorio del que intenta ser poeta
no se creó para descansar
he de pensar y plasmar esta palabra 
–mundo, 
para todo el día o resto de vida.
Si pienso en la palabra firmamento 
para estimular mí sustancia,
si plasmo la palabra firmamento, 
sin esperarlo apareces y lo ocupas todo,
un lujo para el que te piensa.

jueves, 8 de octubre de 2015

Cuando era pequeño.


Cuando era pequeño, recuerdo a mi madre caminando hacia la ventana.
Quería desafiar a la gravedad y surcar por los aires lanzándose desde el tercero “A”.
Mi viejo iba detrás, rápidamente, para contemplar el vuelo o escoltarla en su planeo.
Quizá para evitar que pintara el suelo de carmesí.

Cuando era pequeño, recuerdo los viajes de los fines de semana:
íbamos a un edificio que tenía una cruz roja y un vallado muy alto y un lindo edén como jardín,
acudíamos a ver al padre de mi madre.
Siempre pensé que no era de su estirpe y me ponía feliz porque ese tipo tosía mocos y bebía a escondidas
y estuvo en la segunda guerra con los españoles.
Un día fuimos de excursión
-nunca a la playa-
mi viejo me aseguro que el padre de mamá se había muerto con una soga al cuello.
No lloré y esbocé una amplia sonrisa.

Cuando era pequeño, recuerdo a la señora que vivía conmigo, la llamaba abuela.
Siempre olía a eucalipto y a lavandería y su mirada era blanquecina.
Con el tiempo empezó a hablar sola y repetía lo mismo una y otra vez.
Me contó que yo era su primer hijo ,el muerto en la guerra.
Pulcra e inmóvil, la abuela se negó a seguir respirando.
En esta ocasión si que lloré, fue una bella difunta.

Cuando era pequeño, recuerdo que todos me decían que yo era muy extraño.
Que no era un buen niño cada vez que me escondía.

Hoy, de mayor, estoy capacitado para contar lo que quiera
y transformarlo en algo lindo,
y hacer de mis tripas un corazón bonito de plástico,
y guardar el verdadero corazón para los buenos momentos:
para aquel niño pequeño que continúo siendo.

Canet

miércoles, 7 de octubre de 2015

No sé cómo escribir esta poesía.

No sé cómo demonios escribir esta poesía. 
Bueno, 
lo que pretendo escribir es que no sé escribirla. 
Por mucho que persistas 
en encontrarle algún significado 
-o comprender lo que intento y no sé decir-
no encontrarás en ella
un mínimo sentido entre renglones,
ni un solo signo de lo que ocurre,
porque no sé cómo diantres escribir esta maldita poesía,
porque cada vez que pretendo
escribirla se hace latido
que fallece con la intención.

Canet

lunes, 5 de octubre de 2015

Cajones.

Nos lo diría un masái o un muisca 
y estarían en lo cierto:
"Ustedes viven organizados en cajones.
Vienen al mundo y les abandonan en un cajón,
sus hogares son cajones, 
y sus cuartos
son cajones dentro del cajón.
Ascienden a la casa en un cajón.
Se desplazan en cajones con ruedas o alas.
Descansan y fornican sobre un cajón.
Desde un cajón encendido observan el mundo.
Cambian de cajón:
lo meten todo en cajones
y cuando se mueren
los meten también en un cajón."

Todo está inventado para que
quedemos encajonados.
Nos empotran la vida.
Algunos no entramos bien, y quedamos
desencajados.

Canet